martes, 11 de mayo de 2010

Peronismo por José Luis Fernández Valoni.


Usted que tuvo la suerte de conocerlo al General Perón. ¿Qué nos puede decir a 35 años de su muerte?


El mensaje de Peón, su ejemplo personal, su actitud como estadista tendrá vigencia, seguramente, por mucho tiempo. A raíz de ciertas dificultades, desencuentros, y alguna decadencia que se observa en la sociedad argentina, se agiganta el ejemplo de Perón y pasan a tener mayor relieve y trascendencia sus conceptos, su lucha, su conducción.

Me parece que se renovará en forma continua, pasen las décadas que pasen, los homenajes y el sentido no sólo del recuerdo sino de la admiración y, eventualmente, de la emulación de un líder nacional y popular de esas características.


¿Hay alguna diferencia entre el Perón militar y el Perón político?


Bueno, naturalmente, Perón llegó en la carrera militar hasta el grado de Coronel y allí fundó las bases para el movimiento nacional desde la Secretaría de Trabajo y Previsión. Un militar en su más alta jerarquía y aún siendo General está preparado, capacitado y rinde sus máximos frutos en la conducción de una parte de la sociedad como es el instrumento militar, esto podría caber para cualquier vocación castrense, mientras que la vocación política, la militancia política, en el caso de Perón su trascendencia como estadista, están más que todo fundadas en su capacidad política, su proyección como conductor de pueblos, la posibilidad que haya puesto en evidencia ese conductor político para llevar adelante el conjunto y para modificar un poco de alguna manera la realidad de todos.

En ese sentido no hay solo una diferencia de grado sino también de calidad y de amplitud entre la conducción militar que a veces requiere heroísmo y mucha profesionalidad y la conducción política que además requiere una visión y un horizonte muy superior.


¿Antes del surgimiento del peronismo, Perón que ideología política tenía?


Es probable que Perón haya estando abrevando de las mejores fuentes, de todos los que fueron sus antecesores. Perón es un hombre que se dedicó además de la profesión desde el punto de vista técnico, a los estudios históricos de la guerra, de las milicias y a las biografías de grandes conductores de la historia. Me parece que, por su edad y por la crisis que vivió la Argentina en más de una oportunidad se fue fraguando dentro de sus propios valores y abrevando dentro de las fuentes nacionales y populares más bastas. Su ideología que reconocemos como peronista es su más elevada y trascendente creación.


¿Qué importancia tiene la doctrina social de la Iglesia en la doctrina Justicialista?


Tiene una enorme importancia. Creo que el peronismo que siempre se ha reconocido como una doctrina humanista, cristiana, y que tiene inclinación por los más débiles, por los desposeídos, tiene la extraordinaria significación de que se puede ser un buen peronista siendo un buen cristiano, siendo un buen ateo, o teniendo alguna otra religión, siempre y cuando se tenga ese relieve en las consignas que Perón sintetizo en: “Primero la Patria, después el movimiento y por último los hombres”.


¿Qué significó en la vida del General Eva Perón?


En todo sentido, un aporte de su experiencia más vital, enamorado de una figura de semejante trascendencia espiritual y su determinación de casarse con ella y darle la participación que tuvo en la vida política de la Nación e institucional del movimiento peronista, que demuestra que realmente fue una figura extraordinaria que hoy no sólo la descubrió Perón, hoy la reconoce toda la humanidad.


¿En que circunstancias lo conoció al General Juan Domingo Perón?


A raíz de la movilización por el regreso de Perón y la circunstancia de la pérdida de la carrera de oficiales del Ejército que era mal interpretada por muchos sectores, se desconocía la raíz de nuestra problemática vocacional, espiritual y política, además sobre abundaban algunas que se consideraban calumnias e injurias de la época en el marco de un gobierno militar represor y que desconocía la voluntad popular. Consideramos el grupo de oficiales que luego formamos el Comando Tecnológico Peronista que era indispensable ponernos a las órdenes de Perón porque si bien compartíamos ideales con la revolución, con la rebeldía, con el Tercer Mundo, en realidad nos asumíamos como los Tenientes peronistas, y el modo de poner eso en evidencia y ponernos a las órdenes del Gral. Perón fue viajar a Madrid, tomar contacto personal con él, en Puerta de Hierro, y a partir de esa participación, en la lucha por su regreso incorporarnos como Comando Tecnológico Peronista al área de conducción sobre todo de los jóvenes, de los técnicos y profesionales y de militantes que no querían caer en la provocación, en el sectarismo y que eran favorecidos por la represión.


¿Qué significó Julián Licastro en esa etapa que usted cuenta?


Un gran amigo, un camarada excepcional, un hombre brillante, con el cual hemos compartido muchas circunstancias difíciles en la vida a raíz de habernos pronunciado por esta determinación de reconocer a Perón no sólo como conductor político sino también como nuestro conductor militar.


Ya que usted fue Diputado Nacional en el 3° Gobierno de Perón. ¿Cómo se debe recordar al tercer gobierno del General?


Fue algo sumamente importante porque Perón murió en la Argentina llamando a la unidad del pueblo argentino, superando las consignas de la etapa fundacional del peronismo lanzando como mensaje que: “Para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino”, y además reconociendo el hecho de que un Proyecto Nacional requiere de todas sus partes y no de un grupo con más o menos virtudes, o por el compromiso que pueda tener, sino que en una sociedad, en un Proyecto Nacional todo el mundo tiene algo para aportar cuando hay desde el punto de vista superior una conducción adecuada.

Yo creo que el legado de Perón fue el intento de pacificación de los argentinos, de resolver por arriba sus desencuentros y promover la inteligencia, la concordia y la reconciliación entre todos los argentinos.


¿Cómo debemos recordarlo los jóvenes que no tuvimos la posibilidad de conocerlo?


En la línea San Martín-Rosas-Perón, si son capaces de asumir ese compromiso y de estudiar y tratar de trasladar y resignificar las grandes banderas del peronismo, hay que recordar que Perón lamentablemente se murió antes de la Guerra de Malvinas, se murió antes de los logros y de las tragedias que hemos vivido después de 1974, hay que hacer un esfuerzo para inspirar en esos valores, hacer un traslado de esas virtudes a la situación actual para realmente ayudar a que la situación argentina siga reconstruyéndose, tengamos un Proyecto Nacional triunfante y logremos aquellas cosas que él propuso como el ABC para América Latina, la unidad de los pueblos latinoamericanos.





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