martes, 21 de julio de 2009

Peruano víctima de un caso de xenofobia.

El joven peruano Rolando Cruz Hinostroza de 20 años y oriundo del Departamento de Pasco fue víctima de un notorio caso de xenofobia.
El día 2 de mayo en horas de la mañana Rolando Cruz fue acusado por una joven, también de 20 años, de abuso deshonesto.
Se comprobó según las cámaras filmadoras de la zona que no hubo roce entre ambos, además según declaraciones de la supuesta víctima se evidenció comentarios discriminatorios.
Lamentablemente en un país como Argentina donde vienen muchos inmigrantes a veces ocurren lamentables hechos de xenofobia.
Entrevistando al abogado defensor de Cruz Hinostroza, Dr. Juan Carlos Amarilla, nos decía lo siguiente:

"Rolando Cruz Hinostroza llega a través de la recomendación de un profesional conocido mío, de otra disciplina, que me comenta que le parecía después de haber visto las notas periodísticas, el acoso periodístico que sufrió desde el primer momento el joven, que le parecía que podía haber una situación de discriminación, además de un tema penal que es mi especialidad.

Así fue que este profesional le da mi telefono a la Sra. Alejandrina Cruz, tía de este joven, que es menor de edad todavía, tiene 20 años, ella es la responsable del joven y me llaman, me vinieron a ver, me comentaron como era la situación, por supuesto, ante las acusaciones que le hacían, me contó como habían ocurrido los hechos según su versión, quedamos en hacer una nueva entrevista, hice una búsqueda inmediata por Internet, encontré muchísima información en los medios periodísticos y en base a los medios periodísticos y en base a lo que me había dicho en ese momento la persona que me había buscado para un asesoramiento, lo convoque de nuevo, charlamos, y me di cuenta inmediatamente de la inocencia de esta persona, que me propuso como abogado defensor, me presenté en la causa, fue atendido muy correctamente desde un primer momento, pedí copia de la causa, presenté un escrito, acredite toda su situación migratoria, realmente legal en Argentina, es un migrante transitorio con resolución de la Dirección General de Migraciones sin antecedentes penales en Perú, sin antecedentes penales en Argentina, con pasaporte y con cédula de identidad.

Lo primero que presenté fue eso, me llamaron a indagatoria, fuimos a indagatoria, lo indagó el secretario, sobre el final de la indagatoria se hizo presente el Juez, también le hizo preguntas el Juez, hicimos un croquis de la zona donde se movía habitualmente.

Rolando vive en la calle Arcos entre Guayrá y Campos Salles, a la vuelta hay una comisaría, la comisaría 35° de la Policía Federal, hizo una declaración verbal, lo que corresponde a una declaración indagatoria, en ningún momento se negó a declarar, además manifestó que era totalmente inocente y no tenía nada que ver con los hechos que se le imputaban e hizo un croquis, a sugerencia de la defensa y el tribunal por supuesto lo aceptó porque también los peritos de planimetría de la Policía Federal habían aportado uno y así transcurrió la audiencia, después de un determinado tiempo, no pasaron 15 días, me notificaron de la resolución de que lo habían sobreseído.

En este momento la resolución no está firme, pero el Fiscal del distrito Saavedra Dr. Campagnoli, apeló la resolución, sin perjuicio de ello, yo creo que la Cámara va a ratificar la resolución de primera instancia del Juez Ríos, ya que surgen muchos elementos que echan por tierra la falsa acusación a la cual fue sometido mi cliente.

Se le hizo una pericia psiquiátrica a él, se le hizo un socio ambiental, se le hizo una pericia psiquiátrica y psicológica a la joven, también de 20 años, la presunta víctima.

Se tuvo en cuenta a las cámaras de la comisaría, el domo, para ver si había pasado por ahí adelante porque esa es una de las imputaciones que hacía esta chica, pero por sobre todas las cosas lo que es importante destacar que es un claro hecho como decía el diario Clarín, coincido con el periodista (Martín Sassone), de hecho surgió de una entrevista que nos hicieron a ambos, de que había un hecho de xenofobia, o de racismo, o de discriminación, porque a él cuando la joven lo señala dice en la comisaría que tenía “rasgos de peruano”, y cuando él está llegando de trabajar después de lo que presuntamente la chica lo denunciaba, que es abuso deshonesto, que no fue tal, no ocurrió, el Juez lo sobreseyó porque el delito no se cometió, la madre lo ve entrar a él a donde vive, y ahí le dijo “vos, peruano degenerado, ¿Qué le hiciste a mi hija?".


Recordemos lo que salió publicado en el Diario Clarín del día lunes 29 de junio.



Lunes 29, Junio 2009


ABSOLVIERON A UN PERUANO ACUSADO EN NUÑEZ

Una denuncia de abuso que escondía un caso de xenofobia

Ocurrió hace casi dos meses. Una chica de 20 años dijo que la habían atacado a metros de una comisaría. Y señaló a un vecino extranjero. Pero ahora un juez comprobó que el hecho no existió.

Aquella mañana, de espaldas a las cámaras, contó cómo había sido manoseada por un joven en el barrio de Núñez, a sólo 50 metros de la comisaría 35, una zona que en los últimos años estuvo muy golpeada por ataques sexuales. Además se quejaba de que su supuesto agresor no había sido detenido y que ni siquiera había sido sometido a rueda de presos. La denunciante era una chica de 20 años y el denunciado, un vecino suyo, de nacionalidad peruana y de su misma edad. Esa mañana, el caso tuvo mucha repercusión mediática, pero al mediodía el joven dio la cara y contó su versión a los movileros. Reconoció que se había cruzado con la chica pero negó haberla tocado. Eso llamó la atención de muchos: ¿por qué daría la cara un acusado de un delito sexual?

Esa misma noche, el caso desapareció de los medios. Pero la causa judicial ya estaba en trámite. Ahora, a casi dos meses de la denuncia, el acusado Rolando Cruz Hinostroza, fue sobreseído por el juez de Instrucción Javier Ríos.

En su resolución, a la que tuvo acceso Clarín, el juez explicó los motivos principales del sobreseimiento: las grabaciones de una cámara domo que está en la cuadra de la comisaría 35 avalaron el testimonio de Cruz Hinostroza; las declaraciones contradictorias de la denunciante; y la pericia psicológica que se le hizo a la chica, que reveló que padece "un trastorno de personalidad con componentes narcisistas asociado a aumento de los montos de ansiedad de tipo paranoide o persecutorio y emergencia de componentes histéricos".

Pero además el caso reveló ribetes de discriminación y xenofobia que quedaron expuestos cuando declaró la madre de la chica. La mujer, encargada de un edificio al igual que su marido, relató que el sábado 2 de mayo a las 7.05 estaba baldeando la vereda cuando llegó su hija. "Mami un hombre me manoseó", le dijo la chica. La mujer contó que le preguntó a su hija cómo era el hombre y ella le respondió "que tenía rasgos de peruano". La madre de la chica siguió su relato, dijo que en ese momento vio al joven que entraba a una casa de la calle Arcos, en la misma cuadra que viven ellas, que la chica se lo señaló y que ella le gritó: "Peruano degenerado, ¿qué le hiciste a mi hija?".

El padre de la chica también tuvo manifestaciones xenófobas. "Este barrio está ya no es lo que era, se llenó de peruanos", expresó. Esa misma mañana la joven declaró en la comisaría que el joven le había "tocado la cola" en Campos Salles y Cuba. Pero el lunes 4 de mayo, ante las cámaras de tevé, su relato fue más estridente. Dijo que el presunto atacante la había arrinconado contra una pared y que la había manoseado. Fuentes judiciales dijeron a Clarín que ese mismo día, por la tarde, ella se reunió con el juez y le dijo que se había mandado "una macana" ante los medios, que había exagerado su versión. Así y todo siguió sosteniendo que le había tocado la cola.

El juez ordenó un careo y la chica estuvo cara a cara con Cruz Hinostroza. "Ella masticaba chicle y no se retractó, sostuvo que mi cliente la había tocado, en Campos Salles y Cuba, mientras que Rolando decía que sí se la había cruzado pero en Guayra y Cuba y que siguió por Guayra hasta Arcos", contó a Clarín el abogado del joven, Juan Carlos Amarilla.

Las imágenes de la cámara domo no dejaron dudas al juez de que la versión que daba Cruz Hinostroza era más verosímil, sobre todo porque la chica había relatado que ella había gritado por ayuda y que en la puerta de la comisaría no había ningún policía y que el joven escapó por Cuba pasando por la puerta de la comisaría. El juez analizó dos horas de cintas y el consigna de la seccional nunca se movió de allí y Cruz Hinostroza no pasó por la puerta.

Fuentes judiciales explicaron que el juez no sometió a rueda de presos ni ordenó la detención del acusado porque ya había sido señalado por la chica y porque la Policía ya lo había fichado.

Pero lo que inclinó la balanza del sobreseimiento fue, además del encono de la chica y su padres contra los peruanos, fue la pericia psiquiátrica. No sólo por la conclusión de los peritos sobre los rasgos de la personalidad de la chica, sino por lo que le dijo a la psicóloga que la entrevistó: "(...) y me pone la mano en la cola, bueno... me parece que sí, que me tocó la cola".

El juez escribió en su fallo: "(la chica) en distintas ocasiones deslizó la frase 'me parece, me pareció o podía haber sido' todo lo cual no fue conscientemente registrado por ella y da cuenta de su interpretación del hecho claramente teñida de su particular percepción".

Otros elementos que tuvo en cuenta Ríos fueron que el acusado no tenía ningún antecedente penal ni en Argentina ni en Perú y sus papeles estaban en orden.

El fiscal de Saavedra José María Campagnoli apeló el fallo y ahora deberá resolver la Cámara. "Confiamos en que la Cámara ratifique el fallo del juez Ríos y entonces vamos a analizar la posibilidad de una denuncia ante el INADI y también evaluaremos los daños psicológicos, morales y patrimoniales que sufrió mi cliente para iniciar alguna acción legal", explicó el abogado Amarilla.

TESTIMONIO

"Pido que se limpie mi nombre"

Rolando Omero Cruz Hinostroza -Omero sin "h", aclara- llegó a Buenos Aires en setiembre del año pasado. Nació y creció en Cerro de Paso, un pequeño pueblo al norte de Perú. Allí todavía están su madre y sus cinco hermanos. "Vine acá para trabajar, juntar dinero y poder sacar a mi mamá del pueblo y llevarla a un lugar mejor" explica con su hablar pausado.

Cuando llegó al país se instaló con su tía en un departamento en Constitución, pero a principio de este año consiguió trabajo en un restorán peruano de Núñez y se mudó a una casa de Arcos al 3100, junto a algunos compañeros de trabajo.

Gana 700 pesos más propinas y tiene todos sus papeles migratorios en orden. En su trabajo le dicen "Flash", porque hace todo muy rápido.

"Esa madrugada yo había tomado cerveza y jugado al pool con amigos. Yo estaba un poco borracho, es cierto. Pero no hice nada. Recuerdo que crucé a la chica en la calle, que ella me vio y se fue contra la pared como asustada pero los dos seguimos caminando y ella no gritó ni dijo nada. Después cuando me comentaron de la acusación, me presenté espontáneamente en la comisaría", cuenta con un hablar pausado.

"Todo esto me perjudicó en el trabajo, porque ahora los jefes y los clientes me miran con desconfianza; pero por suerte respetaron mi puesto. Es muy feo que a uno lo acusen de algo así", agrega. "No me importa si ella me pide disculpas. Lo que pido es que se limpie mi nombre", concluye


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